Cuando solicitamos un préstamo a una entidad financiera, esta confía en que nosotros vamos a devolverle el monto y pagar los intereses en el número de cuotas pactadas. Sin embargo, durante ese tiempo podemos afrontar diversas situaciones que nos impidan cumplir con nuestros pagos.
Desde la primera cuota que dejamos de pagar, la entidad aplicará unos intereses por la demora (intereses moratorios) a nuestras cuotas de pago, que se irán acumulando, provocando que la deuda crezca, la entidad financiera reclame su pago y cada vez debamos más dinero.
Pero eso no es todo, si dejamos de pagar mes a mes, la entidad prestadora reportará tus datos en la ficha de datos morosos en centrales de riesgo públicas y privadas, que son organizaciones recolectoras de información sobre la situación crediticia de los deudores, y los clasifica en 5 grupos: Normal, con problemas potenciales, deficiente, dudosa, y pérdida. La central de riesgo nos ubicará en algún grupo según el estado de nuestra deuda reportada.
No es fácil pasar de una calificación negativa a una positiva. Es necesario que, luego de pagar las deudas correspondientes, la entidad financiera envíe información a la SBS para que actualice tu registro. Aquí te recomendamos que una vez pagada tu deuda, solicites al banco una constancia de no adeudo, para demostrar tu cumplimiento.
Si tienes dificultades para pagar el total de cuotas del crédito, puedes solicitar una cita con el banco para consultar una posible reestructura de deuda. Una vez aceptada la reestructuración de la misma, la entidad observará tu comportamiento de pago y, pagando tus cuotas a tiempo, podrá brindarte más facilidades en un futuro.
En Alfin, te recomendamos que, a la hora de solicitar un crédito, siempre tengas en cuenta tus capacidades de pago, para evitar las moras y aparecer en las centrales de riesgo.
Está en nosotros cómo solicitar un crédito.
Vamos con fuerza.
Referencia
Cuando solicitamos un préstamo a una entidad financiera, esta confía en que nosotros vamos a devolverle el monto y pagar los intereses en el número de cuotas pactadas. Sin embargo, durante ese tiempo podemos afrontar diversas situaciones que nos impidan cumplir con nuestros pagos.
Desde la primera cuota que dejamos de pagar, la entidad aplicará unos intereses por la demora (intereses moratorios) a nuestras cuotas de pago, que se irán acumulando, provocando que la deuda crezca, la entidad financiera reclame su pago y cada vez debamos más dinero.
Pero eso no es todo, si dejamos de pagar mes a mes, la entidad prestadora reportará tus datos en la ficha de datos morosos en centrales de riesgo públicas y privadas, que son organizaciones recolectoras de información sobre la situación crediticia de los deudores, y los clasifica en 5 grupos: Normal, con problemas potenciales, deficiente, dudosa, y pérdida. La central de riesgo nos ubicará en algún grupo según el estado de nuestra deuda reportada.
No es fácil pasar de una calificación negativa a una positiva. Es necesario que, luego de pagar las deudas correspondientes, la entidad financiera envíe información a la SBS para que actualice tu registro. Aquí te recomendamos que una vez pagada tu deuda, solicites al banco una constancia de no adeudo, para demostrar tu cumplimiento.
Si tienes dificultades para pagar el total de cuotas del crédito, puedes solicitar una cita con el banco para consultar una posible reestructura de deuda. Una vez aceptada la reestructuración de la misma, la entidad observará tu comportamiento de pago y, pagando tus cuotas a tiempo, podrá brindarte más facilidades en un futuro.
En Alfin, te recomendamos que, a la hora de solicitar un crédito, siempre tengas en cuenta tus capacidades de pago, para evitar las moras y aparecer en las centrales de riesgo.
Está en nosotros cómo solicitar un crédito.
Vamos con fuerza.
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